¿Quién es Jesús?
Desde los comienzos de la iglesia los cristianos han proclamado que Jesús es el Mesías judío, el Rey anunciado por los profetas de las sagradas escrituras hebreas. Sin embargo este Mesías sobrepasó las expectativas del pueblo al que había sido prometido y la noticia de su llegada fue difundida por todas partes del mundo romano del siglo I. Los apóstoles, a pesar de ser judíos (Deuteronomio 6:4), predicaban que Jesús es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1: 15), la revelación definitiva de Dios para el ser humano (Hebreos 1:1-2). Jesús expresa esta misma idea acerca de sí mismo en varias ocasiones; dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” y explica —en términos nada ambiguos— que por medio de Él podemos ‘ver’ y conocer a Dios (Juan 14:6-9).
Al leer acerca de Jesucristo en los evangelios y los documentos del Nuevo Testamento descubrimos que el propósito de su venida no fue únicamente mostrarnos a Dios, sino que su llegada es también una intervención divina en la historia de la humanidad (Gálatas 4:4-5, Juan 3:16). Jesús viene a rescatar al ser humano de las consecuencias de la rebeldía hacia su Creador (Romanos 6:23, Marcos 10:45), y el precio del rescate es muy alto: su vida misma. Jesús es al mismo tiempo el rescate y el rescatador (Hebreos 9:26-28); y su cruz, la muestra del amor de Dios por sus criaturas y el castigo divino por su rebeldía. El sacrificio de Cristo en la cruz obra la reconciliación entre el Creador y aquellos que reconocen a Jesús por quien Él es (2a Corintios 5:19).
El autor de la carta a los Hebreos escribe este resumen acerca de Jesús:
“Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por Su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo. Él es el resplandor de Su gloria y la expresión exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, siendo mucho mejor que los ángeles, por cuanto ha heredado un nombre más excelente que ellos.” (Hebreos 1:1-4)
También el apóstol Juan, al concluir su evangelio, dice: “Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían.”
La realidad es que nosotros nunca podríamos explicar en un solo texto todo lo que es Jesús —a quien el apóstol Pablo describe en Efesios 1:23 como “Aquel que lo llena todo en todo“— lo que sí podemos hacer es comenzar el maravilloso proceso de conocerle.
No hay nada que pueda hacerle sombra al incomparable valor de conocer a Cristo Jesús.
¿Sientes curiosidad? Ven a descubrirle con nosotros.