Historia
“De este modo, hermanos (y hermanas) amados míos, [firmes | estables] lleguen a ser, inamovibles, abundando en la obra del SEÑOR siempre, sabiendo que la (ardua) labor de ustedes no es [hueca | ‘vana’] en (el) SEÑOR.”
Nuestra comunidad comenzó a gestarse en 2017 en Puebla en el seno de un grupo de amigos que se habían conocido a través del ministerio entre estudiantes en varios puntos del país.
A lo largo de las extensas sobremesas que caracterizaron esos primeros encuentros, compartíamos nuestras inquietudes y nuestros sueños para la iglesia en México. Casi sin falta surgía en nuestras conversaciones la necesidad que percibíamos de elevar el nivel de la exposición bíblica en las comunidades de fe a las que pertenecíamos y también de procurar una formación rigurosa en Las Escrituras para los jóvenes con vocación de servir a la iglesia.
Tras convivir aún más de cerca por un proyecto de ayuda médica a comunidades afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017, comenzamos a plantearnos si esta comunión que se había ido forjando entre nosotros, aunada a nuestra visión compartida de estudiar la Biblia más a fondo en la iglesia, podrían formar las bases de una congregación.
Después de darnos un tiempo para buscar la guía del Señor por medio de la oración, y de contemplar otras posibilidades, fuimos siendo afirmados, cada uno en su momento, en la decisión de comenzar este proyecto conjunto al servicio del evangelio.
Nuestra primera reunión como nueva congregación fue el 1 de abril de 2018, Domingo de Resurrección. Desde entonces nos hemos congregado cada semana en domingo para adorar juntos, orar y estudiar La Palabra.
Nuestro crecimiento, aunque moderado en número, ha sido de mucho ánimo, especialmente al ser testigos de los bautismos que tuvieron lugar los domingo de Pentecostés de 2019 y de 2021, en septiembre de 2022 y de nuevo en Pentecostés de 2024.
Ekklesia es una comunidad de fe aún joven en su historia (y también en términos demográficos), pero al mismo tiempo madura en sus prioridades: la comunión los unos con los otros y el estudio riguroso de Las Escrituras para formarnos al servicio del evangelio de Jesús, de modo que estemos preparados para lo que el Señor desee hacer con nosotros, donde sea que quiera llevarnos.
En qué creemos
- Creemos en un Dios Padre todopoderoso,
- creador del cielo y de la tierra
- tanto de todas (las cosas) que se ven como (las) invisibles.
- Y en un Señor Jesús (el) Mesías
- el Hijo de Dios, el unigénito,
- quien fue engendrado del Padre antes de todas las edades,
- Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
- engendrado no creado, de la misma sustancia con el Padre,
- a través de quien todas (las cosas) llegaron a existir.
Quien debido a nosotros los seres humanos - y debido a nuestra salvación
- descendió de los cielos
- y fue encarnado del Espíritu Santo
- al igual que de María la virgen
- y tomando forma humana fue crucificado por nosotros
- bajo (la orden de) Poncio Pilato,
- y sufrió y fue sepultado, y resucitó al tercer día
- de acuerdo a las Escrituras,
- y subió a (los) cielos,
- y se sentó a la derecha del Padre,
- y de nuevo viene con gloria a juzgar a quienes viven y a los muertos,
- de quien el reino no tendrá fin.
- Y en el Espíritu Santo, el Señor y quien hace vivir,
- quien procede del Padre,
- quien es conjuntamente adorado con (el) Padre y (el) Hijo
- y juntamente glorificado,
- quien habló por medio de los profetas;
- en una santa, global y apostólica Iglesia.
- Reconocemos un bautismo para perdón de pecados;
- aguardamos por (la) resurrección de los muertos
- y la vida de la era que está por (ocurrir).
- Amén.
El texto griego en el que se basa esta traducción se halla reproducido en Kelly, J. N. D. 1972 (1950). Early Christian Creeds, Third Edition (London: Continuum), pp. 297-298.
También suscribimos las verdades bíblicas e históricas, y las responsabilidades de la Iglesia, expresadas en el Pacto de Lausana.